Yoga para niños
El YOGA PARA NIÑOS es una disciplina cuyo objetivo consiste en mejorar la calidad de las experiencias tempranas del niño y madurar su personalidad hasta un estado responsable que le permita actuar, pensar y sentir por sí mismo, capacitándole para poder hacer frente a las situaciones de la vida adversas a su desarrollo integral y armónico.
Actualmente vivimos en una sociedad que impone un ritmo de vida estresante donde cada vez hay menos personas satisfechas de sí mismas. Dentro de esta sociedad moderna en la que se tiende a excluir algunos valores del ser humano, sustituyéndolos por normas estereotipadas de conducta que no están acordes con su propia naturaleza (ya que a veces son patrones de restricción y control que no le permiten expresarse libremente); el YOGA PARA NIÑOS permite acercarlos a un mayor bienestar y a un equilibrio físico, mental y emocional, favoreciendo y desarrollando sus facultades y potencialidades inherentes: espontaneidad, creatividad, comunicación...
El yoga le puede ofrecer la posibilidad de conocer su cuerpo, moverse con soltura, adquirir unos buenos hábitos posturales y estar consciente de sus propias sensaciones, respirar bien, reponer y canalizar su energía, comunicarse y expresarse dentro de un clima favorable de distensión, despertar una actitud de aceptación hacia sí mismo y hacia los demás, aprender a relajarse y desarrollar su capacidad de atención, memoria y concentración.
La clase de yoga
Es conveniente que en la clase de yoga se cree una atmósfera adecuada de confianza, distensión y 'correcta disciplina' (acercarse a la práctica de manera continua, sistemática, flexible y nunca cayendo en el autoritarismo). La enseñanza de yoga al niño difiere de la del adulto, porque el niño está en el momento de aprender a sentir el mundo y abrirse hacia él.
Un niño no puede permanecer quieto mucho tiempo con los ojos cerrados, su tendencia es al movimiento constante, le cuesta sentarse en un mismo lugar largo tiempo, esto responde a un proceso normal del desarrollo de su sistema nervioso. De esta manera, el educador debe ser capaz de alternar el movimiento físico con la relajación, y al mismo tiempo debe diseñar modos de introducir las actividades para que sean ATRACTIVAS, MOTIVADORAS y ADAPTADAS a las necesidades y posibilidades del niño, introduciéndolas de una manera CONTROLADA y PROGRESIVA.
El juego en clase
El juego es una necesidad para el niño al ser un campo de experimentación, un medio de socialización, un vehículo que permite dar rienda suelta a sus fantasías y a su imaginación, un medio para expresar todo su ser. En las clases de yoga se puede utilizar el juego como medio de enseñanza y aprendizaje. De esta forma, mientras el niño disfruta de las actividades, realiza un buen trabajo de cooperación, de conocimiento, de atención, de motricidad, de creación, de improvisación...
Es importante tener en cuenta el periodo motor en el que se encuentra para actuar en consecuencia y posibilitar un mejor desarrollo psicomotor que le ayude a conocer su propio cuerpo y sus posibilidades de acción, que le permita adaptarse a diferentes situaciones tomando conciencia de su posición, de su tensión, tono y relajación. De esta manera, el educador puede proponer actividades que propicien el desarrollo del esquema corporal, la percepción espacio-tiempo, la coordinación, el equilibrio, las habilidades y destrezas básicas como: andar, saltar, girar, lanzar...
La respiración
Existe la necesidad de una educación temprana y sistemática de la respiración por su vinculación con aspectos como: la percepción del cuerpo, la capacidad de atención e interiorización, el control muscular, el estrés y la ansiedad; y ante todo, como fundamento para mantener una buena salud física y mental.
Su aprendizaje debe hacerse progresivamente. Se empieza haciendo hincapié en la observación del proceso respiratorio y el descubrimiento de sus posibilidades (soplar, absorber, olisquear...), usando toda clase de elementos que estimulen al niño hacia su práctica y al mismo tiempo la enriquezcan (globos, velas, pelotitas de papel, pelotas de ping-pong...). Poco a poco se va progresando en el control de la entrada y salida del aire (rápido, lento, fuerte, suave...) y en el aprendizaje de coordinar movimientos sencillos con la respiración.
La expresión corporal
En las clases de yoga podemos integrar juegos y ejercicios que permitan desarrollar las capacidades de imaginación, comunicación y creación por medio del lenguaje del cuerpo, dando al niño la posibilidad de expresarse libremente y de acercarse a sus posibilidades físicas, emotivas y relacionales. Él puede de esta manera vencer la timidez, adquirir confianza y afirmarse a sí mismo. Todo ello le conducirá de una forma más fácil a un trabajo posterior de mayor interiorización.
En clase se pueden utilizar una gran gama de juegos de esta índole: juegos de creación colectiva, juegos de masaje, juegos teatrales, juegos de imitación, juegos con la voz y el lenguaje, juegos con el ritmo y el sonido...
Asanas
Las posturas de yoga deben ser presentadas de forma diferente que en las clases de adultos, utilizando recursos motivadores variados: se elegirán posturas que se identifiquen con el nombre de animales (el león, la serpiente...), de objetos (la tetera, el arado...), ejercicios en parejas, y elementos como fotos, dibujos o historias sobre los asanas que sensibilizan y acercan al niño hacia su práctica. Estas se practican de un modo más dinámico, y la precisión en ellas no se exige a los niños (llega poco a poco con la práctica). Es un buen medio para que ellos aprendan a lentificar el movimiento, mantengan su atención, tomen conciencia de la progresión en la postura, el silencio en ella y la importancia de no competir con él mismo ni con los demás, de trabajar suavemente y sin brusquedad. El asana posibilita también la confianza en uno mismo y el ánimo de superación.
Los sentidos
En las clases de yoga podemos emplear actividades lúdicas enfocadas específicamente a conseguir afinar la percepción sensorial.
Concentración
Las prácticas de concentración son muy positivas para el desarrollo de la percepción, de la atención y de la memoria, al mismo tiempo que calman y equilibran la mente. Son técnicas que deben realizarse sin ningún esfuerzo. En muchas ocasiones no es necesario practicarlas con los niños en postura de meditación, sino que se pueden integrar dentro de juegos y actividades creativas (por ejemplo: memorizar la secuencia de asanas realizada y dibujarla en orden. Retener una sucesión de colores que el profesor mostrará durante un minuto para después tratar de ordenarla. Practicar el ejercicio de "la concentración sin esfuerzo": sentados, los codos se apoyan en una mesa y las manos cubren los ojos, repetimos veinte veces una respiración profunda y lenta, evocamos un paisaje que nos guste, imaginamos que estamos allí...). De nuevo, la imaginación del profesor hará que estas prácticas resulten atractivas y asequibles para los pequeños.
Música
La música es un elemento importante en el desarrollo de la "expresión", un medio para focalizar la atención, para conocer las posibilidades del cuerpo como instrumento sonoro, para desarrollar la sensibilidad y el gusto estético, la imaginación y la creatividad. El yoga nos ofrece algunas técnicas concretas (kirtan, bhajan, mantram...) que van a permitir que el niño, sin buscar la perfección en el canto, desarrolle su concentración, su sentido del ritmo, su voz... El uso de instrumentos musicales de pequeña percusión (crótalos, sonajas, claves...) es un complemento importante que ayuda a lograr estos objetivos.
Relajación
La relajación le propicia una distensión mental que le ayudará a desarrollar su capacidad de concentración, permitiéndole eliminar tensiones inútiles que le producen fatiga y cansancio. Mediante la relajación aprende a utilizar sus músculos voluntariamente reduciendo los movimientos parásitos que le impiden canalizar su energía creativamente. En el aspecto emocional, a través de la liberación de la ansiedad y preocupación excesivas, el niño permitirá, de una forma más fluida, la expresión de sus necesidades afectivas.
En las relajaciones no hay que forzar la atención durante largos periodos de tiempo; la variedad y el empleo de elementos creativos ayudarán a que permanezca alerta y disfrute de la relajación.
Utilización de cuentos
Los cuentos les motivan y podemos servirnos de su aspecto lúdico para que su contenido les ayude a desarrollar una actitud flexible frente a los eventos de la vida: desde aprender a amar y conservar su medio ambiente y su entorno potenciando una conciencia ecológica, hasta ampliar y atraer "verdades espirituales" sin que lleguen a aburrirse (por ejemplo: para explicar los yamas y niyamas se puede utilizar una historia donde se combinen personajes y aventuras; se les puede proponer también dar nombre a los asanas y así crear juntos nuevas posibilidades que despierten su espíritu imaginativo...).
A través de mi experiencia con los niños, he podido ver la gran necesidad que tienen de vivir, de ser espontáneos, de poder expresarse sin ningún prejuicio y condicionamiento... de SER ELLOS MISMOS.
...Es el comienzo de un trabajo en que queda mucho por hacer, las circunstancias que envuelven la sociedad actual y particularmente al niño, hacen que nos planteemos la necesidad de una educación adaptada a sus necesidades y posibilidades, es decir una educación enfocada verdaderamente a su desarrollo integral. El YOGA PARA NIÑOS no se puede concebir como algo aislado (clases semanales), el trabajo es mucho más extenso y abarca no solo a ellos, también a los profesores, a la escuela, a los padres... Empecemos a plantearlo sin verlo como algo utópico:
'LA TAREA CON LOS NIÑOS COMIENZA CON NOSOTROS MISMOS, YA QUE LA REFERENCIA MÁS CERCANA QUE ELLOS POSEEN ES LA ACTITUD DEL ADULTO'
Fuente: Centro de Educación Musical Infantil "CEMI"