Aprender a escuchar mejora la concentración y la comunicación

27.04.2017

El oído es el primero de nuestros sentidos en desarrollarse completamente y tiene un papel primordial de estimulación sensorial en la ontogénesis del cerebro y del sistema nervioso durante la etapa prenatal. El escuchar es vital durante todas las etapas del desarrollo, la infancia, los años escolares, la vida adulta y la tercera edad. Precisamente porque el escuchar es tan básico, una distorsión puede afectar a tantas áreas de importancia en la vida humana. Mejorar la escucha permite al individuo realizar más ampliamente su potencial humano.

¿Cuál es la diferencia entre escuchar y oír?

Oír es pasivo, nos dejamos envolver inconscientemente por las vibraciones sonoras que nos rodean, sin discernir ni discriminar nada, escuchar es activo, porque mediante la atención plena vamos cultivando nuestro oído interno y nuestra postura en la escucha, sintiendo las vibraciones con todo el cuerpo.

Escuchar nos permite relacionar con el mundo, y percibir cómo el mundo se relaciona con nosotros. Es un proceso contínuo que moldea nuestras conexiones con nosotros mismos, con las demás personas, y con el aprendizaje. Años de observación científica e investigación clínica han dado lugar al desarrollo de este enfoque integral y pedagógico para resolver problemas de aprendizaje, de comunicación y de relación.

Escuchar implica muchas funciones. En la escucha participa todo el cuerpo: la postura de escucha involucra gran parte de los músculos del cuerpo y la voz se modifica enriqueciéndose y haciéndose más nutridora para sí mismo y para quienes lo escuchan. Otra función importante del oído es: ser un dinamo de carga para la corteza cerebral. El oído es proveedor de la energía vital para todas nuestras actividades e incluso para aumentar nuestro estado de conciencia. Una gran variedad de disfunciones de aprendizaje y de comunicación tienen un componente relacionado con una escucha afectada por estresores que pueden variar desde problemas durante la etapa prenatal hasta situaciones de salud como otitis media recurrente en los primeros años de vida. En situaciones de estrés, la mayoría de los adultos estamos cada vez más cansados, toleramos menos el ruído y no tenemos la motivación de poner atención, ni de hablar, ni de cantar, entrando en un estado de privación sensorial y de tensión un camino muy efectivo para corregirla es a través de estimulación sensorial por vía auditiva, en un programa integral. El oído es el primero de nuestros sentidos en desarrollarse completamente y tiene un papel primordial de estimulación sensorial en la ontogénesis del cerebro y del sistema nervioso durante la etapa prenatal. El escuchar es vital durante todas las etapas del desarrollo- la infancia, los años escolares, la vida adulta y la tercera edad. Precisamente porque el escuchar es tan básico, una distorsión puede afectar a tantas áreas de importancia en la vida humana.

Según los resultados de una encuesta, escuchar nos ocupa un promedio del 55 por ciento del tiempo de comunicación diaria, mientras que hablar nos ocupa un 23 por ciento, leer un 13 por ciento, y escribir sólo un 9 por ciento.

Esta escucha consciente nos va a ir llevando de a poco e escuchar también los sonidos internos y sutiles de nuestro cuerpo hasta poder decodificar la vibración desde nuestros órganos hasta nuestros chakras. La escucha y la atención se complementan para ayudarnos a vivir con conciencia el momento presente 

Fuente: https://autoconocimientointegral.com/2011/10/27/metodo-tomatis-una-pedagogia-de-la-escucha-2/

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