Pranayama Bhramari
En bhrāmarī prāṇāyāma se emite un sonido similar al zumbido de una abeja, tanto durante la inspiración como durante la espiración.
Este sonido puede asimilarse también al de un ronquido voluntario, sostenido y uniforme, o al de la letra "N" en la pronunciación de la palabra "mango".
Durante la práctica de bhrāmarī se efectúa ṣaṇmukhīmudrā.
TEXTOS CLÁSICOS
Inspirar rápidamente, produciendo el sonido del vuelo de un abejorro, y expirar a continuación con lentitud (después de efectuar kumbhaka), produciendo el sonido del vuelo de una abeja; con la práctica de este ejercicio, los grandes yoguis experimentan una felicidad indescriptible en sus corazones (Haṭha Yoga Pradīpikā, 2.68).
El yogui debe practicar puraka y kumbhaka tapándose los oídos con las manos, pasada la medianoche y en un lugar donde no se oigan los animales ni ningún otro ruido. Entonces se escucharán varios sonidos en el interior del oído derecho. Al principio se oirá como el canto de un grillo, después, sucesivamente, como el sonido de la flauta, el ruido del trueno, el de un escarabajo, el de campanas, el del gong metálico, trompetas y timbales, mṛdaṅga, tambores de guerra y dundubhi. Practicando diariamente este kumbhaka, se conocen todos estos sonidos. Finalmente, se escucha el sonido anāhata, que proviene del corazón. Este sonido origina una resonancia, y en esa resonancia hay una luz. La mente debe sumergirse en esa luz. Cuando la mente se concentra profundamente, se alcanza paramapada (la sede mas alta de Viṣṇu). Con el dominio de éste bhrāmarīkumbhaka se obtiene el samādhi (Gheraṇḍa Saṃhitā, 5.78-82).
ṢAṆMUKHĪMUDRĀ
Se trata de una técnica para ayudar a cerrar (sellar) los canales de los sentidos (ojos, oídos, fosas nasales y boca) con los dedos de las manos.
Se utilizan las puntas o las yemas de los dedos: los pulgares taponan los oídos, los índices y los dedos medios se apoyan suavemente sobre los párpados cerrados, los anulares cierran las fosas nasales presionando ligeramente justo donde finaliza el hueso de la nariz y, finalmente, los meñiques se apoyan en las comisuras de los labios cerrados.
Las uñas de los pulgares deben mantenerse muy cortas para taponar los oídos con sus puntas. En su defecto, presionar con las yemas el trago (pequeña protuberancia cerca de los oídos) sobre los agujeros de los oídos.
Cuando se utiliza este mudrā de forma permanente, la respiración se efectúa aflojando la presión ejercida por los dedos anulares y regulando con su ayuda el flujo del aire a través de una u otra fosa nasal, si es preciso.
Los codos permanecen levantados a la altura de los hombros para que los brazos estén paralelos al suelo.
La concentración debe dirigirse a la visualización de luces, causada por la ligera presión sobre los párpados, y al sonido interior de vacío, causado por el taponamiento de los oídos con los pulgares. Este mudrā permite experimentar una profunda interiorización.
TÉCNICA
- Espirar profundamente y adoptar ṣaṇmukhīmudrā.
- Efectuar una inspiración profunda por ambas fosas nasales produciendo un sonido agudo zumbante.
- Presionar con los anulares para taponar ambas fosas nasales, mientras se retiene la respiración con los pulmones llenos y se adopta y mantiene mūlabandha.
- Aflojar mūlabandha, destapar ambas fosas nasales y espirar lenta y profundamente emitiendo un sonido grave similar al zumbido de una abeja. De forma opcional, se puede frenar ligeramente la salida del aire con ayuda de los dedos anulares.
- Presionar con los anulares para taponar ambas fosas nasales, mientras se suspende la respiración con los pulmones vacíos.
- Esto constituye un ciclo. Continuar efectuando los ciclos correspondientes al programa de prácticas.
- El ritmo de la respiración debe ser 1:1:2:1
Fuente: Yogadarshana