Normas para la realización correcta de las asanas

05.06.2017



  • Antes de comenzar la práctica, estudia y conoce perfectamente todos los detalles técnicos de la postura.
  • Si es posible, evacúa la vejiga y los intestinos antes de iniciar la sesión de asanas.
  • No empieces la sesión hasta haber finalizado la digestión.
  • Utiliza ropa cómoda que te permita libertad de movimientos, preferiblemente prendas de algodón.
  • Despojate de todos los objetos metálicos: reloj, medallas, gafas, etc.
  • Dispón de suficiente espacio, apartando los muebles u objetos que puedan estorbar o entrañar algún peligro.
  • Realiza los ejercicios sobre una alfombra o una manta doblada.
  • La habitación debe estar bien ventilada, pero sin corrientes de aire y a una temperatura agradable.
  • Evita lugares ruidosos y la posibilidad de ser interrumpido durante la práctica.
  • No practiques cuando tengas fiebre o estés enfermo o con alguna contraindicación específica.
  • Antes de realizar las asanas debes preparar el cuerpo con algún ejercicio de calentamiento como la salutación al sol.
  • Adapta la práctica de asana a tus posiblidades y necesidades personales.
  • Aborda primeramente las posturas más asequibles y con una intensidad ajustada a tus condiciones y necesidades. La práctica debe ser progresiva. Si alguna de las asanas clasicas no te resulta asequible, puedes sustituirla con una variante más suave.
  • Si es posible, practica todos los días a la misma hora. Los momentos más favorables son el amanecer y el atardecer.
  • Para conseguir un mejor resultado práctico, al principio realiza siempre la misma secuencia de asanas y en el mismo orden. Más adelante podrás introducir las variantes y los cambios que te convengan.
  • Si practicas al aire libre, lo cual es ideal, no lo hagan nunca bajo el sol del mediodía o cuando este sea muy intenso. Tampoco se ha de practicar después de largos períodos de baños de sol.
  • Si deseas ducharte, es mejor que lo hagas antes de la sesión, o esperar al menos media hora después de haberla concluido.
  • Las mujeres durante la menstruación deberán practicar con precaución y evitarán las posturas invertidas. En caso de embarazo a partir del quinto mes habrá que interrumpir la práctica habitual y adaptar la sesión a las nuevas necesidades.
  • Nunca fuerces, evita el espíritu de competición con los demás y contigo mismo. No intentes sobrepasar tu propia capacidad.
  • Si dispones de poco tiempo, resume la sesión y evita practicar con prisa.
  • Comprueba que ejecutas las posturas correctamente, respetando todos sus detalles técnicos.
  • Si una postura produce molestias es conveniente descartarla por algún tiempo. En caso de incomodidad es mejor deshacerla y volver a empezar.
  • Evita realizar los ejercicios mecánicamente o con la mente ausente. Cada vez que realices una postura tiene que ser algo nuevo, como si fuera la primera vez, con mucha atención, curiosidad e interés. Evita caer en la repetición mecánica y en la monotonía.
  • Administra la energía de forma que en cada ejercicio utilices los músculos imprescindibles en su tono justo, mientras los demás están relajados.
  • Respira siempre por la nariz. Antes de comenzar sintonízate con tu impulso respiratorio y deja que se establezca una respiración amplia, lenta y abdominal.
  • No comiences una nueva postura hasta que la respiración y el ritmo cardíaco se hayan normalizado.
  • Entre asana y asana intercala una pausa de uno o dos minutos. Aprovéchala para relajarte y recuperarte realizando algunas respiraciones yóguica completas. Este es un momento apropiado para tomar consciencia del efecto que ha dejado el ejercicio que acabas de realizar.
  • Durante las posturas mantén una respiración lenta, profunda, rítmica y abdominal. En algunas posturas tendrás que realizar la respiración torácica. Observa qué repercusiones tiene esta forma de respirar (ventajas o desventajas) por ejemplo en el arco, el pez, la cobra o la pinza.
  • Como norma general cada postura debe ir seguida de su correspondiente contrapostura. Siempre que se moviliza el cuerpo en una dirección a continuación habrá que hacerlo en dirección opuesta. Así se equilibran y complementan los efectos de las asanas.
  • Entra y sal de las posturas lentamente, observando todos los músculos que se van contrayendo-descontrayendo a medida que realizas el ejercicio.
  • Mantén la postura final en completa inmovilidad pero sin rigidez ni tensión.
  • Durante toda la sesión mantén la actitud de estar "aquí y ahora". "Aquí quiere expresar la presencia en el cuerpo y "Ahora" la consciencia en la respiración a cada instante.
  • Da paso a tu espontaneidad y cuando sientas que el cuerpo demanda o necesita una postura concreta, realízala aunque tengas que modificar el orden de la secuencia. Ten presente que el cuerpo tiene sus razones y es bastante corriente que, súbitamente, te apetezca realizar una postura o evitar alguna otra. Es la manifestación de tu instinto y debes respetarlo. Escucha a tu cuerpo y ten en cuenta sus mensajes.
  • Es muy importante la perseverancia y disfrutar de la práctica. No te impongas un plan de trabajo rígido, sino que sé mas bien natural y flexible para que tu sesión de asanas se transforme en un juego que disfrutes plenamente.
  • Termina siempre la sesión con una relajación completa, un mínimo de diez minutos.
  • Si practicas las asanas diariamente es recomendable descansar un día a la semana.
  • Al practicar las asanas o cualquier otra técnica de yoga deja que prevalezca el sentido común, el amor y la quietud.

Fuente: Yogaconciencia den la tradición Swami Digarmbarananda Saraswati, de la orden de Swami Paramahamsa Satyanana. 

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