La respiración puede curar
La respiración diafragmática, al igual que la respiración alternada a través de las fosas nasales, está vinculada con ciertas emociones. El Dr. Alexander Lowen, discípulo de Wilheim Reich, ha dicho que "la profundidad de la respiración afecta la intensidad de los sentimientos". Sostiene que conteniendo la respiración los sentimientos pueden ser reducidos a su mínima expresión y finalmente inhibidos por completo. Esta sería la razón -afirma- por la cual tendemos a contener la respiración en momentos de gran estrés. Por medio de ejercicios apropiados a la relajación muscular y que permiten a su vez una respiración correcta, Lowen piensa que una serie de emociones reprimidas pueden ser liberadas y tratadas. En base a ello utiliza ejercicios de respiración como parte de la psicoterapia. Sin embargo, incluso sin ninguna terapia, el cuerpo descarga automáticamente sus tensiones algunas veces a través de un profundo suspiro, una risa nerviosa o un gruñido.
A todos nos resulta familiar el consejo dado a un niño presa de una histeria repentina: "Cálmate. Respira profundamente varias veces y cálmate".
El uso de ejercicios de respiración para ayudar a establecer un estado de calma está siendo cada vez más aceptado. El Dr. Phillip Muernberger, un experto en problemas de estrés, ha llevado a cabo numerosos tests utilizando técnicas respiratorias En dos estudios independientes, J.V. Hardt y B, Timmons muestran la existencia de una relación existente entre la respiración y las ondas cerebrales. Descubrieron más ondas alfa -que se sabe aparecen cuando el individuo está relajado-, durante el proceso de respiración profunda. Por otra parte, hallaron menos cuando los sujetos se hallaban realizando una respiración rápida y superficial. Las ondas alfa están en mejor correlación con la respiración diafragmática que con la torácica.
El Dr. Paúl Stoksted, investigador danés, piensa que el ciclo nasal está controlado por un centro nervioso denominado ganglio estrellado, ubicado en la base del cuello. Ha experimentado su teoría por medio de bloqueos y desbloqueos alternativos de la transmisión nerviosa a través del ganglio y observado además los inicios y finales del ciclo, reflejados en el cierre y apertura de las fosas. Cree que estos nervios son estimulados finalmente por el hipotálamo, la parte del cerebro que controla las funciones autónomas como la temperatura corporal, la presión sanguínea, la palpitación cardiaca y la toma de conciencia de las sensaciones de placer y dolor. Si el respirar y el placer surgen de una fuente común, es muy posible que puedan estimularse mutuamente.
El sistema nervioso autónomo está dividido en dos ramas: el sistema Simpático y el sistema Parasimpático. El segundo está directamente relacionado con el control de las actividades de reposo -el descenso del ritmo cardiaco y del metabolismo en general-, mientras el primero sirve para acelerar todos los procesos. Bajo cualquier circunstancia en que nos hallemos afectados por el estrés físico o emocional, el cuerpo se adapta a él con anticipación poniendo en acción la rama simpática, es decir, haciendo subir el ritmo cardiaco y acelerando la respiración. Esto se conoce como "respuesta de huida o de lucha". Muchos investigadores opinan que esta respuesta fisiológica, vinculada a las emociones, puede ser perfectamente controlada si la persona aprende a relajarse. El Dr. Herbert Benson, de la Escuela Médica de Harvard, aborda la misma idea en su libro "La respuesta de relajación". Considera que una respiración adecuada es una parte esencial del proceso de relajación, dado que puede ser utilizada para controlar respuestas fisiológicas que siempre se consideraron más allá de todo posible control consciente.
Cuando inspiramos, el tono simpático tiende a aumentar y, cuando espiramos, es el tono parasimpático el que aumenta. A través del control consciente de la respiración es posible disminuir o acelerar las actividades del sistema que ocasiona cambios en los modos y funciones del organismo. La respiración podría ser incluso la clave de las extraordinarias pruebas de control corporal que realizan algunos yoguis.
El Dr. Rudolph Ballentine, del Himalayan Institute, ha dicho que "a partir de nuestra propias investigaciones y de lo que podemos deducir de las llevadas a cabo por otros, sabemos que la respiración está vinculada directamente con el funcionamiento de los órganos, las emociones y la mente. Si esto es cierto, y si se tiene en cuenta que el proceso de respirar puede ser controlado a voluntad, bastaría pensar en el potencial que encierran las técnicas respiratorias para corregir cierta clase de problemas psicológicos y fisiológicos. Tal vez incluso sea posible detectar la susceptibilidad a determinada enfermedad en un individuo, por ejemplo, estudiando sus patrones respiratorios y contrarrestando entonces la patología incluso antes de que aparezca".
Fuente de Información: La respiración y el estrés