Hernia de disco y yoga

03.06.2017

Accidentes, grandes o repetidos esfuerzos sobre la columna vertebral, sobrepeso y pérdida de fuerza en los músculos de la zona son las principales causas de una hernia de disco, la cual es capaz de generar dolor severo e incapacitante; ¿qué puedes hacer? 

La espalda tiene su eje en la columna vertebral, constituida por varias unidades óseas llamadas vértebras (7 cervicales, 12 dorsales, 5 lumbares, 5 sacras y 3 ó 4 coxígeas), gracias a las cuales cumple la función de sostén, con la particularidad de que debe mantener elevado grado de flexibilidad para ajustarse adecuadamente al movimiento.

Esta movilidad se debe, en gran parte, a los discos intervertebrales, especie de "almohadillas" que se ubican entre una vértebra y otra -en el denominado espacio intervertebral-, los cuales tienen forma de anillo que rodea a un centro carnoso; se trata de un cartílago cuya función es amortiguar el choque entre los cuerpos vertebrales.

Los mencionados discos pueden perder elasticidad e irse desplazando fuera de su sitio habitual, que es cuando aparece la lesión que denominamos hernia de disco o discal. Lo anterior puede suscitarse ya sea por edad avanzada, como consecuencia de un muy fuerte golpe o por sobreesfuerzo al cargar mayor peso del que se está acostumbrado, pudiendo suscitar alguno de los tres tipos de hernias discales:

  • Prolapso. Se llama así a la inflamación del contorno del disco intervertebral, la cual se produce como consecuencia de fisuras en el anillo fibroso del mismo por las que se introduce material procedente del núcleo del disco.
  • Extrusión. Adquiere esta categoría cuando las grietas a las que nos hemos referido rompen las fibras externas que conforman al anillo del disco; es el tipo de hernia discal más común en jóvenes.
  • Secuestro. Esta es la forma más grave, ya que además de lo anterior las hendiduras perforan las fibras y permiten el paso de líquido procedente del núcleo del disco o bien que la raíz nerviosa tienda a salir y que sea comprimida por las estructuras cercanas a la raíz nerviosa, con considerable aumento del dolor.

Cabe destacar que las hernias de disco son mucho más habituales en la zona lumbar (parte baja de la espalda) que en la cervical (a la altura del cuello), aunque estas últimas pueden ocasionar complicaciones más severas si llegan a producirse.

Igualmente importante es mencionar que si la presión ejercida en el disco es débil se altera la sensibilidad del enfermo, pero si es mayor se afectará su función motora, es decir, complicará su desplazamiento. Si la lesión se produce a nivel de las vértebras cervicales C5-6 se comprime la sexta raíz nerviosa, lo que traerá como consecuencia dolor en uno o ambos brazos, antebrazos y dedos pulgares, además de pérdida de firmeza en el bíceps (músculo flexor del brazo caracterizados por tener dos cabezas). En cambio, si es a nivel de C6-7, se oprime la séptima raíz con aparición de dolor en el dorso de uno o ambos hombros, brazos y dedos índices y medios de las manos, con flacidez del tríceps (músculo del brazo de tres cabezas).

En la región lumbar, si la lesión es a nivel de L4-5 se comprime la raíz L5, por lo que se observa alteración sensitiva en la parte lateral de una o ambas piernas, dorsos y los tres dedos mediales de los pies, con alteración en la flexión de los mismos. Si la lesión es a nivel de L5-S1 se comprime la raíz S1 produciéndose la pérdida sensitiva en las partes laterales y en los dos dedos extremos de cualquiera de los pies, habiendo dificultad considerable para pararse de puntas y para flexionar los dedos; en ambos casos se produce dolor en las partes lateral y posterior del muslo.

¿Qué se puede hacer?

Algunas mujeres desarrollan hernia discal como consecuencia de varios embarazos y/o por ciertas tareas domésticas que requieren mucho esfuerzo; en los hombres, el problema es común en trabajadores de la construcción y entre quienes ejercen tareas físicas excesivas.

Si sufres la desagradable experiencia de una hernia lumbar, hay una serie de medidas que puedes realizar para reducir o aliviar el dolor:

  • Aplicar frío o calor en la zona afectada.
  • Algunos analgésicos y antiinflamatorios de libre ventamejoran la condición.
  • Dormir en colchón duro.
  • De ninguna manera intentes levantar cosas del piso; si tienes que hacerlo, dobla las rodillas, nunca la espalda.
  • Masajes y técnicas de relajación de los músculos de la espalda también pueden ayudar a reducir la presión en el disco y, por tanto, mejorar la movilidad de la espalda.
  • De acuerdo al tipo de lesión y dónde se encuentre ésta, el ortopedista pueden prescribir ejercicios que fortalecerán los músculos de la zona

Hernia Discal y Yoga

  • 1. En la fase aguda de dolor de inmovilización, la postura en una cama dura debe ser adoptada en prono (boca abajo). Descansando en makarasana (postura del cocodrilo) durante períodos largos reduce la tensión en la raíz del disco y los nervios, aliviando el dolor y promoviendo la cicatrización. 
  • Dormir en advasana (postura del cadáver invertida) o jyestikasana , mejor postura recomendada.
  • En la ciática, matsyakridasana (postura del niño Krishna durmiendo) alivia la presión sobre las raíces nerviosas dañadas. 
  • 2. Las asanas de flexión hacia atrás han ser adoptadas, según su capacidad, a medida que avanza la curación y el dolor disminuye. El primer intento de asana debe ser la versión sencilla de Bhujangasana (postura de la cobra), conocida como la postura de esfinge.
  • 3. Todas las asanas de flexión hacia adelante debe ser absolutamente evitado durante 4-6 meses, ya que pueden precipitar una recaída de la enfermedad original.
  • 4. Durante el período de recuperación, con las piernas cruzadas posturas sentadas no debería adoptarse, ya que aumentan la tensión de la raíz nerviosa en la zona lumbar. Se puede reanudar después de unos pocos meses. 

Fuente: Viviana Yoga y Salud y medicinas


© 2017 AMA YOGA Y MEDITACION.
Creado con Webnode
¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar